Blanca, la que antes fue Negra

 La localidad de Blanca cuenta con una muy curiosa particularidad, la de haber cambiado su nombre en un momento concreto de su historia. Lo más peculiar es que los términos de ambas denominaciones, la primitiva y la definitiva, son contrarios en cuanto a lo que significan, existiendo diferentes teorías que tratan de explicarlo.   

 




Algunas de las historias más curiosas de pueblos y ciudades se esconden detrás del nombre que ostentan. Aquí tienen que ver también los cambios producidos en el mismo, fenómeno que no es del todo extraño a lo largo y ancho de la geografía y del tiempo.  

Así sucede con el de Blanca, villa a caballo ente la Vega Alta del Segura y el Valle de Ricote que en sus inicios allá por la Edad Media se llamó de una manera para poco después adquirir la denominación que hoy en día sigue teniendo. El cambio resulta bastante chocante en tanto que el nuevo nombre vino a tener la acepción opuesta a la primitiva u original.   

Remontémonos a finales del siglo XIII, concretamente a 1285, cuando aparece mencionado por vez primera en un documento el nombre de Negra, que era como era llamada la población entonces en castellano. El origen del asentamiento se sitúa en el anterior periodo musulmán, siendo así como era conocido por aquellos moradores, suponemos que en su propia lengua. Negra siguió figurando así hasta 1315 y, tras una laguna de casi siete décadas, su nombre ya había cambiado a Blanca para el año 1382, la primera ocasión en que es referido así. 

Surge entonces la pregunta acerca de la procedencia del topónimo Negra y sobre todo la de por qué se convirtió en Blanca. Como tantas veces en temas históricos la respuesta no está para nada clara y existen varias hipótesis para ambas cuestiones.  

Negra puede deber su nombre a un manantial de agua, la Fuente Negra, en cuyo entorno muchos musulmanes supuestamente habrían muerto durante su conquista de la zona. Más extendida está la teoría de que el motivo estriba en el color de la roca volcánica presente en la llamada Peña Negra, el cerro donde se encuentra el castillo del siglo XII y a cuyos pies se distribuye el casco urbano.  

En relación con el cambio de denominación en el siglo XIV se sugiere que, estando ya la localidad en manos de la Orden de Santiago, sus responsables determinaron que Negra tenía una connotación oscura y por ende alejada de lo cristiano, optándose por adoptar su significado contrario, Blanca.  

Otra hipótesis sobre el cambio de nombre es defendida y desarrollada por el hispanista de origen neerlandés y cronista oficial de Blanca Govert Westerveld. Primero se había hecho eco de la leyenda que circulaba entre los vecinos y que afirmaba que el nombre del pueblo se debía a una reina que vivió en el castillo muchos siglos atrás. No en vano Blanca es un nombre femenino, así que la curiosidad y el hecho de que casi todos los relatos legendarios tienen algo de cierto o verosímil le llevó a investigar el asunto. Westerveld descubrió que, aunque nunca habitara la fortaleza de la Peña Negra, sí que justo a mediados del siglo XIV hubo una reina llamada Blanca que fue la esposa del rey Pedro I “el Cruel”. Don Fadrique, hermano del monarca, era el maestre de la Orden de Santiago, la responsable del cambio de nombre. Lo que determinó la modificación pudo ser uno de los episodios más trágicos de la historia europea, la pandemia de la Peste Negra (1348 – 1353), de la que también los reinos hispánicos salieron tremendamente afectados. Poco agradable y casi una maldición era, pues, que existiera un pueblo cuyo nombre evocara tan terrible plaga que tuvo lugar precisamente durante el reinado de Pedro I y en el intervalo de tiempo en el que se produce el paso de Negra a Blanca. Westerveld se atreve a situarlo en un año muy concreto, 1353.  

El fin de aquella noble francesa que llegó a reina de Castilla fue trágico ya que murió asesinada por orden de su propio marido en 1361. Seis siglos y medio después su recuerdo, si esta última teoría está en lo cierto, sigue presente en el nombre de Blanca, la que antes fue Negra. 


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