“Por pasar la puente nos dieron la muerte”. Cieza

 La curiosa frase que figura en el escudo heráldico municipal de Cieza, así como el resto de elementos que lo componen, tienen su origen en un suceso acaecido en el siglo XV. Fue todo un trauma colectivo para la población que fue plasmado en el más importante de los símbolos locales y hoy es conocido por todos los vecinos.  


SanchoPanzaXXI~commonswiki  https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Escudo_de_Cieza.svg


En su obra de 1777 titulada  La antigua Carteya o Carcesa, hoy Cieza, villa del reino de Murcia, el franciscano ciezano Fray Pascual Salmerón (1718 – 1806), teólogo e historiador, relataba el que probablemente sea el acontecimiento más significativo para los habitantes de esta ciudad:  

 

De la sobredicha sangrienta invasión que a Cieza hicieron los moros, hay en esta villa memoria y tradición constante. Es también tradición que la mañana de Resurrección en que los moros llegaron a Cieza, estaba la gente oyendo Misa en la Iglesia antigua, que estaba cerca de la puente en la orilla de la villa, en el sitio donde ahora está el conjuratorio y pequeña ermita de San Bartolomé. Y que una mujer muda divisó a los moros que venían por la otra parte del río; por lo cual toda asustada acudió a la iglesia. Y no pudiendo dar a entender por señas novedad tan grande, se hizo tanta fuerza que rompiendo el impedimento de la lengua habló y dijo: ¡Moros vienen! Oído esto por los que estaban oyendo misa, salieron de la Iglesia presurosos y vieron la multitud de moros que venía. Entonces, según se puede conjeturar y colegir del escudo de armas de esta villa, en el cual se lee esta inscripción: “Por pasar la puente nos dieron la muerte”, los hombres que allí había, aunque tan pocos y desprevenidos para tanta multitud de moros armados, despreciando sus vidas, acudieron al puente, que estaba a muy corta distancia, para impedir a los moros el paso a la villa. Empeñados en esto, pelearon como leones cristianos contra los enemigos de la fe y de la patria mientras pudieron; y en este tan cristiano y glorioso empeño sacrificaron sus vidas. 


Entre la historia y la leyenda, este hecho se refiere al ataque, saqueo y destrucción que sufrió la villa de Cieza por parte de las tropas del Reino nazarí de Granada capitaneadas por el propio rey Abu ul-Hasán, el conocido por los cristianos como Muley Hacén. Fue el 6 de abril de 1477, como indica el relato, Domingo de Resurrección. El Reino de Murcia era todavía un territorio inseguro por ser zona fronteriza con los últimos dominios musulmanes de la Península, que todavía perdurarían quince años más hasta ser conquistados por los Reyes Católicos. Como anécdota, la población ciezana que fue llevada a Granada estuvo cautiva en las mazmorras de la Alhambra, llamándose ese recinto “Corral de Cieza la Desdichada”.  

Muchos de los sucesos pertenecientes a la época medieval incluyen elementos claramente legendarios que tienen como fin engrandecer la historia en cuestión. En el caso de la del ataque granadino a Cieza encontramos la leyenda de la Muda, que nos cuenta cómo una mujer que en principio no podía articular palabra es capaz de avisar a sus vecinos gritando lo de “Moros vienen”. Entre el milagro y la épica se desarrollarían, pues, aquellos eventos.  

La gran protagonista de la leyenda, la Muda, cuenta desde 2011 con un monumento en la ciudad, localizado precisamente junto a la ermita de San Bartolomé, en la llamada Placeta del Santo. Realizada en bronce, la figura fue realizada por el escultor local Antonio Jesús Yuste Navarro. 

Por otra parte, el acontecimiento histórico se conmemora cada último fin de semana del mes de abril con la llamada Fiesta del Escudo – “La Invasión”, inspirada en aquellos hechos y dirigida por la Hermandad de San Bartolomé.  

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