Salto de la Novia

Una antigua leyenda de amor y tragedia, siglos de historia y un idílico paisaje se unen en este enclave del río Segura, una invitación a visitar el lugar y conocer lo mucho que esconde.
En el corazón del pintoresco Valle de Ricote se encuentra el municipio más pequeño de la Región de Murcia en términos de población, ya que cuenta con solo 500 habitantes. Es la Villa de Ojós, situada junto al río Segura. Cerca del pueblo y de la antigua carretera que conduce a Ulea existe una especie de acantilado que se asoma al cauce fluvial y que desde tiempo inmemorial se ha conocido como “El Salto de la Novia”. El lugar es llamado así por un supuesto suceso acontecido en la época medieval, cuando el emblemático Valle se hallaba inmerso en las luchas entre musulmanes y cristianos. Como casi cualquier leyenda que se precie, el relato que explica el origen del peculiar nombre tiene diferentes variantes o versiones con sus respectivos matices, aunque siempre con una esencia común. En unos casos, la hermosa hija del comendador de la Orden de Santiago, enamorada de un valeroso caballero cristiano, se lanzó al río desde lo alto del promontorio para terminar con su vida tras enterarse de la muerte de éste en aguerrido combate. Otras veces se habla de que la muchacha, a pesar de estar comprometida con su amado cristiano, era pretendida por un gerifalte musulmán, ante lo cual la pareja decide emprender la huída. Perseguidos y cercados por los esbirros del infiel, el novio muere en la encarnizada lucha mientras que ella se lanza al vacío como solución desesperada o bien intentando escapar. Sea como fuere, el punto desde el que la tradición considera que esta desdichada joven puso fin a sus días quedo marcado para siempre con la impronta de este arrebatado acto, con un trágico pero sugerente relato que le otorga al lugar un carácter muy especial. Existe incluso la creencia popular, transmitida de generación en generación, de que en la Noche de San Juan (sin duda la más mágica del año), desde el Salto de la Novia se puede ver a la pareja de enamorados reflejada en las aguas del Segura. Pero el enclave no solo es el escenario de antiguas leyendas sino también de historia real. Distintas culturas han dejado su huella en la zona que hoy permanece en forma de restos arqueológicos. Por su importancia, han venido siendo estudiados a lo largo de las últimas cinco décadas. Una calzada y un asentamiento romano fechado entre los siglos IV y V, los últimos del Imperio, así como diversos vestigios musulmanes, nos hablan de la importancia del lugar y de su largo recorrido a través del tiempo. Tampoco puede dejarse de lado la gran belleza paisajística del entorno que hoy puede disfrutarse mediante una ruta, que lleva precisamente el nombre del Salto de la Novia. El recorrido incluye tanto el entramado de callejuelas de Ojós y cuidadas parcelas de huerta como los encantadores rincones que ofrece el río Segura en este tramo de su curso.

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