El Asiático. Cartagena

 Bajo este exótico nombre se esconde uno de los sabores más típicos de Cartagena, un sorbo indispensable para captar y disfrutar de la esencia de la ciudad y su comarca 

 

No es un simple modo de preparar o tomar un café sino toda una declaración de intenciones. El asiático es una bebida que te hace sentir que estás en Cartagena y formas parte de ella. Y no, a pesar de su nombre no llegó de un país de aquel continente. 

Historia 

Existen distintas opiniones sobre el momento en el que surge el café asiático. Algunas fuentes establecen que podría situarse ya a finales del siglo XIX, si bien no está en absoluto claro y por ello otras lo ubican ya bien entrado el XX. Tampoco hay un consenso sobre el lugar donde se elaboró y sirvió por primera vez y, de hecho, hay distintos establecimientos que reivindican su invención. Por un lado tendríamos los bares y cafés localizados a lo largo de la calle Mayor, en pleno centro histórico de la ciudad, donde hay quienes aseguran que ya se servía algo que podría considerarse similar al asiático en la década de 1920. Bajo esta hipótesis el nombre de la bebida podría deberse a los marineros orientales que al recalar en el puerto de Cartagena pedían un café con brandy. 

El otro punto que se atribuye el origen del asiático tenemos que buscarlo a 15 kilómetros tierra adentro, en el Bar Pedrín. Se encuentra en la diputación o pedanía de El Albujón y en su fachada un rótulo de buen tamaño pretende dejarlo bien claro: “Casa creadora del asiático”. En este último caso la paternidad, allá por 1947, recaería sobre la figura de su propietario en aquel entonces, Pedro Conesa Ortega, “Pedrín”, quien hoy tiene dedicada una calle en el pueblo. Esta segunda hipótesis significaría, pues, una datación mucho más reciente que la del origen decimonónico. En el contexto de esta otra teoría del nacimiento del asiático existe una anécdota bastante curiosa que se refiere a un nombre inicial alternativo, el de café “ruso”. Pero en una época como la posguerra y el Franquismo en general este gentilicio no era demasiado adecuado dadas las connotaciones políticas del mismo, por lo que terminó siendo “asiático”, mucho más aséptico e igualmente exótico. 




En qué consiste el café asiático 

Tras intentar esbozar su origen (u orígenes) respondamos a la otra gran pregunta que podríamos considerar la principal, y que no es otra que en qué consiste el café asiático 

Café, leche, brandy y azúcar, una mezcla muy tradicional y por tanto muy poco innovadora, pudo ser el modesto punto de partida de lo que terminó siendo este combinado. Con el tiempo se fueron incorporando nuevos ingredientes o sustituyéndose otros que le dieron la esencia y fuerte personalidad que actualmente posee. Así, llegaron la canela, la raspadura de limón e incluso los granos de café, mientras que el azúcar fue reemplazado por la leche condensada y el brandy por una bebida muy cartagenera, el Licor 43.  

Y tan importante como sus ingredientes es el vaso en el que un auténtico asiático debe necesariamente servirse y tomarse, lo cual constituye otra singularidad más de la peculiar bebida.  

A lo largo del tiempo, este vaso también ha evolucionado, procediendo de distintas empresas. Primeramente se utilizaba la copa de campana fuerte, de comienzos del siglo XX y típica para el vermut, que provenía de la fábrica de la Unión Vidriera de España, ubicada en el barrio de Santa Lucía. La alta temperatura del café provocaba en muchas ocasiones la rotura del fino vidrio de estas copas, por lo que a partir de los años 40 se adquirieron las de la barcelonesa Vidur, con un cristal más grueso y resistente. Finalmente se generalizó el vaso que hoy conocemos, patentado, fabricado y comercializado por la empresa José Díaz, por supuesto de la propia Cartagena, Tiene la particularidad, además, de contar con unas marcas dirigidas a poder medir adecuadamente las cantidades empleadas en la elaboración de un auténtico asiático.  



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